El paso del tiempo
aunque no queramos nos transforma
En noches tan frías como estas
siento mi piel curtida por ese frio
que cala
no solo los huesos sino el alma
Pensar que cada día del resto
de la vida
le tendré por compañía me
agobia hasta la tristeza
Cada día que pasa me resignó
menos
a los afectos a la distancia
a los amaneceres en soledad
a las noches de desvelo sin sentido
Ya la piel no aguanta tanto frio
no tener una mano que te caliente la
espalda
un rostro amado al despertar
el calor de otro cuerpo junto al
tuyo
el tiempo pasa indolente
y el corazón se torna mustio de frio
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